Fuente: El Pueblo de Ceuta.
Empresarios y arquitectos insisten en que la actual estructura del impuesto es perjudicial para los márgenes de beneficio en el sector local de la edificación.
Desde hace casi treinta años, en Ceuta se paga el Impuesto sobre la Producción, Servicios e Importación, el IPSI. El detonante histórico de aquello fue una sentencia de la Unión Europea declarando nulo de pleno derecho el antiguo sistema de Arbitrios Municipales; en la práctica, la naciente Ciudad Autónoma se quedaba sin vía alguna para poder recaudar. El IPSI surgió como una medida impositiva temporal, hasta que se avanzara a una armonización. Es cierto: permite a la Hacienda de la Ciudad Autónoma gestionar un impuesto propio, con gravámenes más bajos y compensados por Ley en caso de caída de la recaudación. Pero, como todo en la vida, hay trampa.
Por ejemplo: que el IPSI se acaba repercutiendo sobre cada agente implicado en una operación económica, y no sobre el producto final. O algo que, en cierto modo, ha logrado el comercio pero que ahora atenaza a la construcción: se paga el IPSI por adelantado, con independencia de la salida que tenga el producto. Ejemplo: si una papelería compra diez bolígrafos en Algeciras pero vende cinco, paga el IVA de lo que ha vendido. En el caso del IPSI, se paqa el de los diez.
Esto “no es así ahora tanto en el comercio, que si ha logrado alguna moratoria, pero está influyendo en la cosntrucción”, explica la presidenta de la CECE, Arantxa Campos. “ya hace un par de años o tres, una norma que permitía diferir el pago del Ipsi en dos años. El problema es en la construcción. A partir de que yo compro un terreno, todos los materiales y todos los servicios que todos los materiales que se compran para la obra y todos los servicios de la obra van con un IPSI. Ese IPSI, al no ser repercutido y soportado, como era el IVA, se va acumulando. Entonces, al final, a la venta de la vivienda también hay que pagar otro”.
La decana de los arquitectos, Judith Albiñana, también explica que “Las constructoras de toda vida, como se le dice aquí en Ceuta, están desapareciendo, bien porque no le están viendo la rentabilidad que creen que deberían tener, o bien porque los precios de la construcción aquí en Ceuta están a un nivel casi prohibitivo. Aquí construir está muchísimo más caro que en la península. Por ejemplo, el hormigón está excesivamente caro comparado con la península. En la península está a unos 60, 70 euros, cuando aquí llega casi hasta los 200 euros el metro cúbico. Con lo cual, si cualquier cualquier constructor o empresario quiere construir, quiere mover, quiere incentivar el sector, puede tener mucha voluntad, pero no le ve el rédito necesario y tristemente, al final muchos de estos constructores y promotores están por no hacerlo”.
Comments